1 de noviembre de 2010

New release of “The Maze EV”

El jueves pasado recibí un e-mail de un colega muy especial, JavierLloret; un colega muy especial porque, aún habiendo lo conocido a los 18 años, pasamos muchas horas trabajando juntos a lo largo de 4 años que estuvimos juntos en la universidad.

Aún recuerdo esos tiempo, que nos pasábamos horas y horas currando en las prácticas de las asignaturas, unas totalmente por obligación de aprobar las asignaturas y otras prácticamente más por motivación que por el simple hecho de sacar las asignaturas.

En una de las prácticas que más curramos, fueron en un par de asignaturas optativas que coincidimos en el segundo trimestre de cuarto curso. Habíamos pasado trimestres con mucho overbooking de asignaturas, porque así lo marcaba el apretado temario de 4 años, de la Universidad Pompeu Fabra, para realizar una Ingeniería Informática; pero en el trimestre de estas dos asignaturas no era un trimestre muy apretado, ya que si no recuerdo mal, solo había una asignatura obligatoria y el resto era para realizar créditos de asignaturas optativas y libre elección y dedicarle tiempo al desarrollo del proyecto de fin de carrera. Es decir que fue un trimestre que curramos un motón, pero no por el hecho de sacar las asignaturas, sino prácticamente por pura motivación e interés.

El trimestre empezó como cualquier otro; parecía que se iba a presentar relajado, pero cuando empezamos a asistir a las primeras clases de prácticas y poco después se expuso lo que finalmente se tenía que hacer como proyecto de asignatura, el estado de relajamiento paso a ser todo lo contrario, un estado de euforia constante.
Empezamos pensando que hacer como proyecto de cada una de las asignaturas y acabamos entrando en un estado de delirio marcando metas por encima de nuestras posibilidades, tanto en recursos humanos como temporales. Fuimos demasiado optimistas pero finalmente aunque uno de los proyectos no se terminó, completamente, el otro en cambio se terminó en cuanto a funcionalidades, es el que recibió el nombre de The Maze.

Recuerdo que prácticamente la última semana nos encerramos en su habitación (15 m2 incluyendo el baño y cocina integrada), saliendo para lo estrictamente necesario, en mi caso incluía aparecer por el curro, llegando a estar las 48 últimas horas antes de la entrega sin salir apenas de allí, durmiendo 4 horas, antes de enlazar con las últimas, aproximadamente 27 horas delante del ordenador, programando, testeando, pegándonos de ostias con los problemas de compilación, de linkaje, … ya sabéis de que estoy hablando.

Bueno finalmente, después de todo esto nació la primera release de The Maze; un juego interactivo para dos jugadores; uno con el rol de construir un laberinto con unos recortes de cartulina sobre una mesa, en esa primera versión “muy alpha”, construida con una caja de cartón y un pedazo de plástico traslucido, de esos que se utilizan como portadas en las encuadernaciones de las papelerías y el otro jugador básicamente utilizaba un ordenador, como en cualquier juego que ves el personaje en primera persona, que tenía que salir del laberinto en un tiempo determinado, con el agravante que el laberinto podía ser alterado por el otro jugador.

No me voy a extender mucho sobre todos los matices técnicos, porque la nueva versión, seguramente, ha cambiado mucho de la primera, que es en la que yo participé como co-developer. El concepto era el mencionado, dos jugadores, cada uno con su rol; la mesa se conectaba a un ordenador que captaba el laberinto construido sobre la mesa y lo enviaba por red a otro equipo que era donde el otro jugador tenía que conseguir salir de él.
Para la captación de las paredes (cartulinas) puestas sobre la mesa de cartón se utilizaba una Webcam, de estar por casa, junto con un pequeño framework que nos cedieron para realizar las prácticas que permitía captar ciertas figurillas y reconocerlas, que se estaba desarrollando en uno departamento de la facultad y ha llegado a ser lo que se conoce como Reactable Live; pero nosotros nosotros desechamos todas esas funcionalidades, ya que no lo necesitábamos para nada reconocer figuras y, básicamente, solo utilizamos el framework para captar la presencia de más o menos luz, y así identificar las paredes.

Ahora todo esto ha evolucionado a una release mucho mejor, gracias a Javi, que desde que terminó con esa asignatura siempre ha dicho que tenía pendiente mejorarlo para obtener una versión mucho más decente, en cuanto a material físico empleado, como a tecnología de desarrollo utilizaba y el resultado has sido el que podéis ver en el siguiente vídeo:


Ya terminando, solo quiero reflejar, el mal sabor que nos dejó de boca, que después de tanto curro, el profesor de la asignatura ni si quiera se digno a pasarse por el aula, el día de la presentación, mandó al becario que hacía las sesiones de prácticas, el cual iba un poco perdido, ya que era extranjero y acababa de aterrizar por la facultad, ese mismo trimestre. Todo fue “muy motivador” por su parte, enzarzar a la gente a realizar cosas de interactivos para luego acabar valorando mucho más una mierda de presentación sobre un tema del ámbito de la interacción que se tenía que presentar en las sesiones de teoría, las cuales el no podía aludir, y que con todo el curro que tuvimos no le dedicamos prácticamente tiempo; vamos el pan del día a día, explicar cosas que ya existen en un formato PPT (bueno ahora PPTX) bien bonito, muchas de las cuales el que expone sabe de que coño está hablando, pero eso es indiferente, hay demasiado humanos que solo ven hasta donde los ojos alcanzan, sin traspasar a la actividad neuronal.

Hasta la próxima enfermos.

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